
"Entornos peatonales" Revitalizando los recorridos ciudadanos
"Entornos peatonales" Revitalizando los recorridos ciudadanos
El Corredor Metropolitano de Quito articula una red de espacios públicos e infraestructuras peatonales y patrimoniales sobre el eje del Metro, como herramienta para reequilibrar el territorio, promover la inclusión y construir una visión compartida de ciudad. Este proyecto multiescalar, diseñado por AEU Arquitectos para el Concurso Internacional de Diseño CMQ, propone una estrategia de intervención territorial estructurada en ocho centralidades urbanas y sustentada en el análisis de la Red Urbana de Valor Patrimonial (RUVP).
El Corredor Metropolitano de Quito articula una red de espacios públicos e infraestructuras peatonales y patrimoniales sobre el eje del Metro, como herramienta para reequilibrar el territorio, promover la inclusión y construir una visión compartida de ciudad. Este proyecto multiescalar, diseñado por AEU Arquitectos para el Concurso Internacional de Diseño CMQ, propone una estrategia de intervención territorial estructurada en ocho centralidades urbanas y sustentada en el análisis de la Red Urbana de Valor Patrimonial (RUVP).
Concurso | Corredor Metropolitano de Quito
Concurso | Corredor Metropolitano de Quito
Ubicación
Ubicación
Quito, Ecuador
Quito, Ecuador
Año
Año
2019-2020
2019-2020
Área
Área
115 hectáreas apróx.
115 hectáreas apróx.
Cliente
Cliente
Distrito Metropolitano de Quito
Distrito Metropolitano de Quito
"Un corredor que no solo conecta espacios, sino que articula memorias, centralidades y oportunidades urbanas inclusivas."
"Un corredor que no solo conecta espacios, sino que articula memorias, centralidades y oportunidades urbanas inclusivas."
Quito enfrenta los retos de una metrópoli andina en expansión: fragmentación urbana, desigualdad socioespacial, presión sobre el patrimonio, y movilidad limitada. El nuevo sistema de Metro redefine los tiempos de desplazamiento, pero requiere una integración física, simbólica y funcional con el tejido urbano existente. El Corredor Metropolitano CMQ se plantea como una respuesta a estos desafíos: una oportunidad de reconfigurar la experiencia urbana a lo largo de un eje que atraviesa la ciudad de sur a norte, conectando realidades heterogéneas, desde la periferia hasta el centro histórico, desde la infraestructura hasta la vida cotidiana.
Este contexto se enmarca también en la necesidad de revalorizar el espacio público como un derecho colectivo, y de articular el patrimonio urbano no como un conjunto de objetos aislados, sino como parte viva de un sistema que estructura la memoria, la identidad y la convivencia. Por ello, el proyecto incorpora la Red Urbana de Valor Patrimonial (RUVP) como herramienta de análisis del territorio desde el peatón, categorizando entornos según jerarquía, sección, movilidad y carácter urbano.
Quito enfrenta los retos de una metrópoli andina en expansión: fragmentación urbana, desigualdad socioespacial, presión sobre el patrimonio, y movilidad limitada. El nuevo sistema de Metro redefine los tiempos de desplazamiento, pero requiere una integración física, simbólica y funcional con el tejido urbano existente. El Corredor Metropolitano CMQ se plantea como una respuesta a estos desafíos: una oportunidad de reconfigurar la experiencia urbana a lo largo de un eje que atraviesa la ciudad de sur a norte, conectando realidades heterogéneas, desde la periferia hasta el centro histórico, desde la infraestructura hasta la vida cotidiana.
Este contexto se enmarca también en la necesidad de revalorizar el espacio público como un derecho colectivo, y de articular el patrimonio urbano no como un conjunto de objetos aislados, sino como parte viva de un sistema que estructura la memoria, la identidad y la convivencia. Por ello, el proyecto incorpora la Red Urbana de Valor Patrimonial (RUVP) como herramienta de análisis del territorio desde el peatón, categorizando entornos según jerarquía, sección, movilidad y carácter urbano.
El concepto estructural del Corredor Metropolitano CMQ se basa en tres principios fundamentales: la articulación multiescalar, la activación progresiva del espacio público y la interpretación patrimonial desde la experiencia peatonal. El corredor no se concibe como una línea, sino como una red urbana de espacios de valor —espacios vivos— que detonan nuevas dinámicas sociales y económicas. Para lograrlo, se organiza en torno a ocho centralidades urbanas estratégicas, que permiten intervenciones específicas adaptadas a las condiciones locales:
Centralidad Sur – acceso metropolitano y transición rural-urbana
La Balvina – nodo de encuentro y movilidad
El Recreo – activación comercial y cultural
Centro Histórico y El Panecillo – patrimonio, memoria e identidad
Centralidad Universitaria – juventud, academia e innovación
La Carolina – gran parque urbano y anclaje metropolitano
Bicentenario – integración del antiguo aeropuerto como pieza urbana
Puerta del Sol – remate norte y borde de transición
Cada centralidad actúa como un micro-sistema donde confluyen espacio público, vocación social, movilidad y patrimonio. El proyecto adapta su intervención según el carácter de cada uno: plazas cívicas, nodos culturales, corredores verdes, estaciones intermodales, todos integrados por una narrativa común de ciudad incluyente, resiliente y conectada.
El concepto estructural del Corredor Metropolitano CMQ se basa en tres principios fundamentales: la articulación multiescalar, la activación progresiva del espacio público y la interpretación patrimonial desde la experiencia peatonal. El corredor no se concibe como una línea, sino como una red urbana de espacios de valor —espacios vivos— que detonan nuevas dinámicas sociales y económicas. Para lograrlo, se organiza en torno a ocho centralidades urbanas estratégicas, que permiten intervenciones específicas adaptadas a las condiciones locales:
Centralidad Sur – acceso metropolitano y transición rural-urbana
La Balvina – nodo de encuentro y movilidad
El Recreo – activación comercial y cultural
Centro Histórico y El Panecillo – patrimonio, memoria e identidad
Centralidad Universitaria – juventud, academia e innovación
La Carolina – gran parque urbano y anclaje metropolitano
Bicentenario – integración del antiguo aeropuerto como pieza urbana
Puerta del Sol – remate norte y borde de transición
Cada centralidad actúa como un micro-sistema donde confluyen espacio público, vocación social, movilidad y patrimonio. El proyecto adapta su intervención según el carácter de cada uno: plazas cívicas, nodos culturales, corredores verdes, estaciones intermodales, todos integrados por una narrativa común de ciudad incluyente, resiliente y conectada.
La estrategia se basa en la implementación de una visión territorial compartida que articula territorio, entorno y sujeto. El proyecto emplea metodologías adaptadas de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES) y ONU-Hábitat, aplicando criterios integrales de sostenibilidad urbana. Los pasos fundamentales de esta estrategia incluyen:
Diagnóstico urbano y territorial desde la escala peatonal
Análisis multicriterio de entornos patrimoniales (RUVP)
Priorización de centralidades estratégicas como nodos de transformación
Definición de lineamientos normativos, morfológicos y paisajísticos
Identificación de proyectos detonantes por cada centralidad
La Red Urbana de Valor Patrimonial permite establecer una cartografía del espacio urbano basada en la experiencia del peatón. Esta herramienta permite jerarquizar tramos, definir secciones tipo y generar lineamientos concretos para mejorar calidad ambiental, seguridad, inclusión y sentido de pertenencia. Las acciones no se limitan a diseño físico: incluyen estrategias normativas, políticas sociales, movilidad activa, y mecanismos de gestión integrada.
La estrategia se basa en la implementación de una visión territorial compartida que articula territorio, entorno y sujeto. El proyecto emplea metodologías adaptadas de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES) y ONU-Hábitat, aplicando criterios integrales de sostenibilidad urbana. Los pasos fundamentales de esta estrategia incluyen:
Diagnóstico urbano y territorial desde la escala peatonal
Análisis multicriterio de entornos patrimoniales (RUVP)
Priorización de centralidades estratégicas como nodos de transformación
Definición de lineamientos normativos, morfológicos y paisajísticos
Identificación de proyectos detonantes por cada centralidad
La Red Urbana de Valor Patrimonial permite establecer una cartografía del espacio urbano basada en la experiencia del peatón. Esta herramienta permite jerarquizar tramos, definir secciones tipo y generar lineamientos concretos para mejorar calidad ambiental, seguridad, inclusión y sentido de pertenencia. Las acciones no se limitan a diseño físico: incluyen estrategias normativas, políticas sociales, movilidad activa, y mecanismos de gestión integrada.
El Corredor Metropolitano CMQ genera un impacto estructurante para el Distrito Metropolitano de Quito. Más allá de intervenir físicamente, redefine la relación entre infraestructura y ciudadanía. Al fortalecer el sistema de centralidades urbanas, promueve un desarrollo equilibrado, reduce la dependencia del centro y activa territorios históricamente marginados. La lectura multiescalar —de la metrópoli al barrio— permite diseñar soluciones específicas sin perder la visión territorial.
Este enfoque transversal integra factores sociales, culturales, económicos y ecológicos, consolidando un sistema de ciudad basado en la proximidad, la movilidad sostenible y el acceso equitativo al espacio público. Cada intervención en el corredor promueve espacios seguros, caminables, habitables y dotados de significado. El impacto del proyecto no es solo urbano: es simbólico y político. Proyecta una ciudad que reconoce su complejidad, la transforma desde sus valores patrimoniales y se reconcilia consigo misma a través del diseño.
El Corredor Metropolitano CMQ genera un impacto estructurante para el Distrito Metropolitano de Quito. Más allá de intervenir físicamente, redefine la relación entre infraestructura y ciudadanía. Al fortalecer el sistema de centralidades urbanas, promueve un desarrollo equilibrado, reduce la dependencia del centro y activa territorios históricamente marginados. La lectura multiescalar —de la metrópoli al barrio— permite diseñar soluciones específicas sin perder la visión territorial.
Este enfoque transversal integra factores sociales, culturales, económicos y ecológicos, consolidando un sistema de ciudad basado en la proximidad, la movilidad sostenible y el acceso equitativo al espacio público. Cada intervención en el corredor promueve espacios seguros, caminables, habitables y dotados de significado. El impacto del proyecto no es solo urbano: es simbólico y político. Proyecta una ciudad que reconoce su complejidad, la transforma desde sus valores patrimoniales y se reconcilia consigo misma a través del diseño.
"Diseñar con el peatón en el centro es trazar un camino hacia ciudades más humanas, resilientes y conectadas con su historia."
"Diseñar con el peatón en el centro es trazar un camino hacia ciudades más humanas, resilientes y conectadas con su historia."









