
Habitando el páramo: diseño para la comunidad rural
Habitando el páramo: diseño para la comunidad rural
Proyecto de mejoramiento del espacio público rural en seis centros poblados de la Localidad de Sumapaz, en el contexto ecosistémico y cultural del páramo más grande del mundo. Cada parque responde a las condiciones sociales, técnicas y normativas del territorio, incorporando procesos participativos y estrategias de diseño sensible para el encuentro comunitario. Se desarrollaron propuestas de plazoletas, ecoestaciones, miradores, jardines, juegos, mobiliario y espacios para la vida colectiva en armonía con el entorno.
Proyecto de mejoramiento del espacio público rural en seis centros poblados de la Localidad de Sumapaz, en el contexto ecosistémico y cultural del páramo más grande del mundo. Cada parque responde a las condiciones sociales, técnicas y normativas del territorio, incorporando procesos participativos y estrategias de diseño sensible para el encuentro comunitario. Se desarrollaron propuestas de plazoletas, ecoestaciones, miradores, jardines, juegos, mobiliario y espacios para la vida colectiva en armonía con el entorno.
Parques Centros Poblados del Sumapaz
Parques Centros Poblados del Sumapaz
Ubicación
Ubicación
Localidad de Sumapaz, Bogotá
Localidad de Sumapaz, Bogotá
Año
Año
2023
2023
Área
Área
2 258 m²
2 258 m²
Cliente
Cliente
Secretaría Distrital del Hábitat
Secretaría Distrital del Hábitat
Diseño participativo en el corazón del páramo: parques que fortalecen el tejido social y ambiental en los centros poblados de Sumapaz.
Diseño participativo en el corazón del páramo: parques que fortalecen el tejido social y ambiental en los centros poblados de Sumapaz.
La localidad de Sumapaz, ubicada al sur de Bogotá, es reconocida por albergar el páramo más grande del mundo, y por su dispersión territorial y baja densidad poblacional. A pesar de su importancia ambiental y cultural, los centros poblados de Sumapaz han enfrentado históricamente condiciones de aislamiento, baja inversión estatal y limitada infraestructura pública. En este contexto, el proyecto de Parques en Centros Poblados surge como una iniciativa orientada a dignificar la vida rural mediante espacios públicos de calidad, que respondan a las particularidades ecológicas, sociales y culturales de cada lugar.
Bajo este contexto, la Secretaría Distrital del Hábitat, impulsa el mejoramiento de entornos rurales y de borde urbano en Bogotá. El proyecto en Sumapaz se enmarca en las Intervenciones Integrales de Mejoramiento Rural (IIM), enfocadas en fortalecer el hábitat campesino a través de infraestructura digna, accesible y sostenible.
Se desarrollaron estudios y diseños para los centros poblados: Nueva Granada, San Juan, Pasquilla, Nazareth y Betania. Más allá de dotaciones físicas, estos parques buscan consolidar una red de centralidades rurales que promuevan el encuentro comunitario, integren estrategias ambientales y aporten a la equidad territorial. El proyecto parte del principio de que el derecho al espacio público no debe ser exclusivo de lo urbano, y que en contextos rurales adquiere una dimensión clave para la identidad, la autonomía y la construcción de paz territorial.
La localidad de Sumapaz, ubicada al sur de Bogotá, es reconocida por albergar el páramo más grande del mundo, y por su dispersión territorial y baja densidad poblacional. A pesar de su importancia ambiental y cultural, los centros poblados de Sumapaz han enfrentado históricamente condiciones de aislamiento, baja inversión estatal y limitada infraestructura pública. En este contexto, el proyecto de Parques en Centros Poblados surge como una iniciativa orientada a dignificar la vida rural mediante espacios públicos de calidad, que respondan a las particularidades ecológicas, sociales y culturales de cada lugar.
Bajo este contexto, la Secretaría Distrital del Hábitat, impulsa el mejoramiento de entornos rurales y de borde urbano en Bogotá. El proyecto en Sumapaz se enmarca en las Intervenciones Integrales de Mejoramiento Rural (IIM), enfocadas en fortalecer el hábitat campesino a través de infraestructura digna, accesible y sostenible.
Se desarrollaron estudios y diseños para los centros poblados: Nueva Granada, San Juan, Pasquilla, Nazareth y Betania. Más allá de dotaciones físicas, estos parques buscan consolidar una red de centralidades rurales que promuevan el encuentro comunitario, integren estrategias ambientales y aporten a la equidad territorial. El proyecto parte del principio de que el derecho al espacio público no debe ser exclusivo de lo urbano, y que en contextos rurales adquiere una dimensión clave para la identidad, la autonomía y la construcción de paz territorial.
Diseñar espacio público en un territorio rural como Sumapaz implica reconocer no solo las dinámicas dispersas del hábitat, sino también los ritmos de vida campesina y los valores del paisaje. Por ello, el concepto del proyecto se basa en la conexión entre comunidad, territorio y entorno ecosistémico. Cada parque se plantea como una infraestructura de proximidad, construida desde la lógica de la escala local-barrial y la apropiación colectiva. El diseño incorpora zonas verdes, mobiliario recreativo, ecoestaciones, juegos infantiles, miradores y espacios comunitarios, siempre articulados a las dinámicas de cada centro poblado.
Los parques se conciben como infraestructuras o intervenciones mínimas pero significativas, donde cada intervención responde a los deseos y necesidades expresadas por las comunidades a través de ejercicios participativos. Se apuesta por una arquitectura sencilla, fluida y adaptativa, que se funda con el paisaje, reconoce la topografía y emplea materiales compatibles con las condiciones climáticas y ecológicas del páramo.
El concepto de parque se redefine: no se trata de grandes plazas urbanas o espacios de gran extensión, sino de espacios puntuales y estratégicos que mejoran y complementan la vida cotidiana ya existente. Cada intervención busca reforzar el arraigo campesino, generar apropiación comunitaria y visibilizar los territorios rurales como parte vital del tejido urbano-metropolitano de Bogotá.
Diseñar espacio público en un territorio rural como Sumapaz implica reconocer no solo las dinámicas dispersas del hábitat, sino también los ritmos de vida campesina y los valores del paisaje. Por ello, el concepto del proyecto se basa en la conexión entre comunidad, territorio y entorno ecosistémico. Cada parque se plantea como una infraestructura de proximidad, construida desde la lógica de la escala local-barrial y la apropiación colectiva. El diseño incorpora zonas verdes, mobiliario recreativo, ecoestaciones, juegos infantiles, miradores y espacios comunitarios, siempre articulados a las dinámicas de cada centro poblado.
Los parques se conciben como infraestructuras o intervenciones mínimas pero significativas, donde cada intervención responde a los deseos y necesidades expresadas por las comunidades a través de ejercicios participativos. Se apuesta por una arquitectura sencilla, fluida y adaptativa, que se funda con el paisaje, reconoce la topografía y emplea materiales compatibles con las condiciones climáticas y ecológicas del páramo.
El concepto de parque se redefine: no se trata de grandes plazas urbanas o espacios de gran extensión, sino de espacios puntuales y estratégicos que mejoran y complementan la vida cotidiana ya existente. Cada intervención busca reforzar el arraigo campesino, generar apropiación comunitaria y visibilizar los territorios rurales como parte vital del tejido urbano-metropolitano de Bogotá.
Cada uno de los parques fue diseñado a partir de una metodología participativa y un diagnóstico técnico, normativo y social que permitió entender las vocaciones, necesidades y oportunidades del entorno. La estrategia combinó tres escalas de intervención: territorial (relación con la estructura ecológica), local (centralidad rural y contexto construido), y comunitaria (usos, apropiación y cuidado colectivo). Las propuestas responden a condicionantes de accesibilidad, pendientes, drenajes, especies vegetales, y usos preexistentes del suelo. Cada parque cuenta con elementos que pueden replicarse o adaptarse: bancas, senderos, cubiertas livianas, señalética, zonas de reunión y estructuras recreativas. Esta lógica permite no solo eficiencia técnica y económica, sino también una mayor apropiación ciudadana.
A nivel meso, se consolidan los centros poblados como nodos funcionales de vida comunitaria. Y a nivel micro, cada parque responde a condiciones específicas:
En Nueva Granada, el parque junto al colegio incorpora mobiliario lúdico, zonas verdes, jardines, graderías y espacios de juego para primera infancia; mientras que el parque junto al coliseo combina plazoletas, feria campesina y ecoestación.
En San Juan, se diseña un espacio para manejo de residuos, compostaje y educación ambiental, que se articula con un mirador al paisaje del páramo.
En Nazareth, se propone un tótem colonizable por vegetación y mobiliario comunitario adyacente a la corregiduría.
En Betania, se integran plataformas recreativas con un Centro Día, propiciando actividades biosaludables y encuentro intergeneracional.
En Pasquilla, se dota la zona de la JAC con juegos infantiles y plazoletas escalonadas.
Todas las propuestas cumplen con la normativa IDRD y se desarrollaron mediante metodologías participativas que incluyeron cartografía social, diseño colaborativo y validaciones comunitarias.
Cada uno de los parques fue diseñado a partir de una metodología participativa y un diagnóstico técnico, normativo y social que permitió entender las vocaciones, necesidades y oportunidades del entorno. La estrategia combinó tres escalas de intervención: territorial (relación con la estructura ecológica), local (centralidad rural y contexto construido), y comunitaria (usos, apropiación y cuidado colectivo). Las propuestas responden a condicionantes de accesibilidad, pendientes, drenajes, especies vegetales, y usos preexistentes del suelo. Cada parque cuenta con elementos que pueden replicarse o adaptarse: bancas, senderos, cubiertas livianas, señalética, zonas de reunión y estructuras recreativas. Esta lógica permite no solo eficiencia técnica y económica, sino también una mayor apropiación ciudadana.
A nivel meso, se consolidan los centros poblados como nodos funcionales de vida comunitaria. Y a nivel micro, cada parque responde a condiciones específicas:
En Nueva Granada, el parque junto al colegio incorpora mobiliario lúdico, zonas verdes, jardines, graderías y espacios de juego para primera infancia; mientras que el parque junto al coliseo combina plazoletas, feria campesina y ecoestación.
En San Juan, se diseña un espacio para manejo de residuos, compostaje y educación ambiental, que se articula con un mirador al paisaje del páramo.
En Nazareth, se propone un tótem colonizable por vegetación y mobiliario comunitario adyacente a la corregiduría.
En Betania, se integran plataformas recreativas con un Centro Día, propiciando actividades biosaludables y encuentro intergeneracional.
En Pasquilla, se dota la zona de la JAC con juegos infantiles y plazoletas escalonadas.
Todas las propuestas cumplen con la normativa IDRD y se desarrollaron mediante metodologías participativas que incluyeron cartografía social, diseño colaborativo y validaciones comunitarias.
El proyecto de Parques en Centros Poblados de Sumapaz representa una apuesta por la equidad territorial, al dotar de infraestructura pública de calidad a poblaciones históricamente marginadas. Su impacto trasciende lo físico: fortalece el tejido social, estimula la organización comunitaria, mejora las condiciones de bienestar y promueve nuevas formas de encuentro y participación. En zonas rurales marcadas por el conflicto armado, estos parques se transforman en espacios para la vida, la memoria y la construcción de paz. Su diseño incorpora principios de sostenibilidad ambiental, resiliencia climática y respeto por el ecosistema del páramo. A nivel institucional, el proyecto sienta un precedente sobre cómo intervenir en lo rural con enfoque diferencial, sin replicar fórmulas urbanas, sino construyendo desde la particularidad del lugar. La implementación de estos parques permite que niñas, niños, jóvenes, personas mayores y liderazgos comunitarios encuentren un espacio común que refleje su identidad y su territorio. En suma, esta red de espacios públicos rurales fortalece la presencia del Estado, dinamiza los centros poblados, y dignifica el habitar rural como parte esencial de la ciudad-región.
El proyecto de Parques en Centros Poblados de Sumapaz representa una apuesta por la equidad territorial, al dotar de infraestructura pública de calidad a poblaciones históricamente marginadas. Su impacto trasciende lo físico: fortalece el tejido social, estimula la organización comunitaria, mejora las condiciones de bienestar y promueve nuevas formas de encuentro y participación. En zonas rurales marcadas por el conflicto armado, estos parques se transforman en espacios para la vida, la memoria y la construcción de paz. Su diseño incorpora principios de sostenibilidad ambiental, resiliencia climática y respeto por el ecosistema del páramo. A nivel institucional, el proyecto sienta un precedente sobre cómo intervenir en lo rural con enfoque diferencial, sin replicar fórmulas urbanas, sino construyendo desde la particularidad del lugar. La implementación de estos parques permite que niñas, niños, jóvenes, personas mayores y liderazgos comunitarios encuentren un espacio común que refleje su identidad y su territorio. En suma, esta red de espacios públicos rurales fortalece la presencia del Estado, dinamiza los centros poblados, y dignifica el habitar rural como parte esencial de la ciudad-región.
Diseñar en Sumapaz es construir desde la memoria campesina, la escala humana y el respeto profundo por el ecosistema.
Diseñar en Sumapaz es construir desde la memoria campesina, la escala humana y el respeto profundo por el ecosistema.











